Los piojos son parásitos que están presentes en mamíferos y aves. Cada especie de piojo convive con una especie específica de mamífero o ave, (es decir que cada mamífero o ave tiene su propio piojo) , está adaptado a esa especie y muere en poco tiempo si se encuentra en el cuerpo de otra especie. Por eso los piojos de los perros, por ejemplo, no se le pegan a los gatos ni a los humanos y viceversa. Debido a esto podemos aprender muchísimo de nuestra historia evolutiva estudiando la historia evolutiva de los piojos. Y también podemos usar esta información para comprobar las teorías de nuestros orígenes, comparando las dos historias.

A diferencia de los demás primates que solo tiene una especie de piojo, nosotros los humanos tenemos tres: el piojo de la cabeza, el piojo púbico  y el piojo corporal. piojo2(p)piojo3(p)piojo1(p)

Si estudiamos la historia fósil de los piojos humanos y los piojos del chimpancé  podemos darnos cuenta que los piojos humanos de la cabeza compartieron un ancestro  por ultima vez con los de los chimpancés hace seis millones de años ( el piojo púbico tiene otro origen). Esta evidencia se confirma al estudiar el ADN de lo piojos , el cual también demuestra un último ancestro común hace 6 millones de años. Es aquí cuando se dividen en diferentes especies y a esto se le llama especiación. Para una explicación de cómo y porqué sucede, vean este video ( en ingles):

Cuando estudiamos la historia fósil humana y subsecuentemente nuestro ADN, y lo comparamos con el de los chimpancés, vemos que este período aproximado de hace seis millones de años es también la última vez que compartimos un ancestro con ellos, es decir, es el momento en que nos separamos de ellos en el arbol evolutivo. Por un lado,algunos continuaron evolucionando hasta llegar a ser los chimpancés y bonobos, y por otro los que  llamamos homínidos de los cuales hoy solo quedamos nosotros. En este proceso evolutivo nuestros ancestros también fueron perdiendo pelo, como adaptación a las sabana africana, donde nuestra ventaja era poder correr largas distancias en persecusión de una presa. Nuestro cuerpo erguido, esbelto y con poco pelo, y nuestra capacidad de sudar, nos hizo excelentes en ahorrar energía y mantener la temperatura corporal necesaria para literalmente cansar a la presa y poderla capturar. Era lógico suponer, que la evolución del piojo púbico era el resultado de la pérdida del pelo en los homínidos y  las resultantes áreas separadas de pelo en el cuerpo, la cabeza y el área púbica. Sin embargo, al comparar el ADN de las dos especies de piojo, vemos que compartieron un último ancestro  hace 12 millones de años, osea antes de que los hominidos se separaran genéticamente de los demás primates. Aparte de esto, estas dos especies son morfológicamente distintas, como se puede apreciar en las ilustraciones. El piojo púbico se parece más a los piojos presentes en otras especies de primates, particularmente el gorila. Al comparar genéticamente estas dos especies nos damos cuenta que estos se separaron mucho después hace aproximadamente 3 millones de años. Esto confirma que no fue así, que en realidad el piojo púbico, vino a los homínidos unos tres millones de años más tarde  y vino del gorila. Los hominidos se contagiaron de los piojos de gorila, quienes encontraron un nicho beneficioso en el área púbica y de ahí, una vez separados de la población original en los gorilas, fueron evolucionando hasta convertirse en el piojo púbico humano. Otra hecho muy interesante de nuestra historia que nos revelan los piojos es el momento en que los hominidos empezamos a usar ropas. En el momento en que los homínidos comienzan a poblar otras áreas del continente africano, con diferentes climas y a salir del continente a poblar el planeta el uso de pieles de animales como ropa se torna imprescindible para nuestra adaptabilidad a climas más extremos. En ese momento los piojos de la cabeza en los hominidos encuentran un nuevo nicho a conquistar. Estos se adaptan a vivir en la ropa, viajando al cuerpo varias veces al día a nutrirse y luego volver a la ropa, lo que les permite aprovecharse del resto del cuerpo que ahora esta desprovisto de pelo. Es curioso darnos cuenta como la historia de la tercera especie de piojo en los humanos, el piojo corporal, nos demuestra en que momento empezamos a cubrir nuestros cuerpos de manera definitiva y por ende el principio de lo que  se convertiría en, no solo la innovación que nos hace completamente adaptables a cualquier ecosistema y por ende nos permitió conquistar el planeta, sino que también se convertiría en una de nuestras expresiones más importantes influyendo así directamente en lo que nos hace únicos,  el desarrollo de la cultura.  Este podria considerarse uno de los primeros ejemplos de selección artificial, es decir, que por acciones de nuestros antecedentes, la evolución benefició las mutaciones que permitieron a esos piojos adaptarse a vivir en la ropa, creando así una nueva especie. Los avances de la ciencia nos permiten hoy en día hacer estudios comparativos, que al  confirmar nuestro conocimiento de la evolución de la vida mediante la selección natural, como lo publicó Charles Darwin hace 154 años en el «Origen de las Especies», también nos ayudan a descifrar nuestra historia social y cultural.     ________________________________________________________________________ Ilustraciones de David Meyreles Bibliografía.  Human Lice, Human History and Archaeogenetics.  http://www.trueorigins.us/#